Una plegadora de papel, manual o automática, es una herramienta versátil en cualquier entorno profesional. Para asegurar su rendimiento, precisión y durabilidad, es fundamental realizar tareas de mantenimiento periódicas.
Al iniciar cada jornada, examina la máquina para detectar posibles anomalías, polvo o residuos que puedan obstruir su funcionamiento.
Verifica que los rodillos, guías, placas de plegado o tope estén alineados correctamente y sin desgaste visible.
Retira restos de polvo, fibras y partículas adheridas a los rodillos de alimentación y plegado usando aire comprimido o aspiradora con boquilla suave.
Limpia los rodillos y separadores con una solución suave de jabón y agua, retirando luego todo exceso con un paño seco.
Aplica lubricante (aceite o grasa recomendada por el fabricante) en engranajes, ejes y guías móviles para reducir fricción y desgaste prematuro.
Distribuye el lubricante manualmente realizando ciclos sin papel o con hojas de prueba para asegurar un movimiento uniforme.
Sustituye correas o bandas de tracción cada 2‑3 años o si muestran grietas, desgaste o pérdida de agarre.
Cambia rodillos de goma o separadores cuando notes reducción en la adherencia: estos componentes son clave para evitar atascos.
En caso de atasco, apaga y desconecta la máquina. Extrae el papel con cuidado manual, sin forzar piezas ni dañar rodillos.
Tras resolver el atasco, realiza una limpieza y lubricación adicional para restablecer el funcionamiento óptimo.
Mensualmente inspecciona punzones, guías, resortes y topes de papel según alineación recomendada. Recalibra si es necesario.
Revisa conexiones eléctricas, sensores o botones del panel de control en equipos automáticos, comprobando su correcto funcionamiento.
Frecuencia | Acción recomendada |
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Diario / cada turno | Inspección general, retirada de residuos |
Semanal | Limpieza de rodillos y paneles |
Mensual | Revisión de desgaste y lubricación |
Cada año o uso intensivo | Cambio de rodillos, bandas o limpieza completa |
Prolongación de la vida útil de la máquina
Reducción de atascos y errores de plegado
Mayores velocidades y precisión en el pliego final
Menor tiempo de paro por averías o fallos inesperados
El mantenimiento de una plegadora de papel es sencillo pero esencial. La limpieza constante, lubricación adecuada, inspección periódica y revisión de componentes clave garantizan eficiencia operativa, calidad en el plegado y mayor durabilidad del equipo.